viernes, 20 de noviembre de 2009
Mi animal es mío y lo saco a pasear no sea que se convierta en gremlim.
Dos whiskys y algo de yerba después todo se difumina. Necesito masturbarme, relajarme, solo necesito un reto, una treta para que mi cerebro no se pudra en la desidia. Rescate de viejos sentimientos políticamente incorrectos por el bien del arte, por el bien de la vida intelectual del siglo XXI. Sucedáneo de ánimo derritiendo los hielos de mi vaso. El escorpión está a punto de morderse la cola porque no soporta las brasas. Letras que bailan sin ton ni son, sin palabras, ideas ni conceptos, solo lluvia copiosa sobre el teclado, solo lo que nos queda cuando queda una hora para llegar una hora tarde. Quieres, puedes, haces, cueces y enriqueces, rompes, quebrantas y destruyes. Reconstruyes viejos castillos de cartas abandonados, fantasmas en los calabozos y almenas. Albricias, hoy no has dormido solo. ¿O sí?
lunes, 9 de noviembre de 2009
Me dijeron que tenía que dar un discurso en la inauguración...
Los gorilas no son monos, los humanos no son gorilas y yo soy un cacahuete. ¿Donde me deja eso? Que hace un fruto seco en medio de tal ensalada mental. Al final solo somos polvo de estrellas que entra por nuestras narices mientras nos respiramos los unos a los otros. Si una cigüeña plantara un nido en mi cabeza ¿me convertiría en un campanario? ¿Mis campanas resonarían más? Dudas, dudas con pan y vino y un chorrito de aceite en el pan para que le dé sabor. ¡Sal! ¿donde está la sal? Que todo es muy soso y yo me quedo muy solo somos los polvos que nunca echamos y las ensaladillas que nunca aliñamos.
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