lunes, 9 de noviembre de 2009

Me dijeron que tenía que dar un discurso en la inauguración...

Los gorilas no son monos, los humanos no son gorilas y yo soy un cacahuete. ¿Donde me deja eso? Que hace un fruto seco en medio de tal ensalada mental. Al final solo somos polvo de estrellas que entra por nuestras narices mientras nos respiramos los unos a los otros. Si una cigüeña plantara un nido en mi cabeza ¿me convertiría en un campanario? ¿Mis campanas resonarían más? Dudas, dudas con pan y vino y un chorrito de aceite en el pan para que le dé sabor. ¡Sal! ¿donde está la sal? Que todo es muy soso y yo me quedo muy solo somos los polvos que nunca echamos y las ensaladillas que nunca aliñamos.

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