¿Qué vas a hacer? Te enteras y vas
corriendo a ver las noticias, no te lo puedes creer, ojos vidriosos,
maldiciones entre dientes, una pequeña rabia que brota y las
preguntas... ¿Respuestas? Entre imbéciles e hijos de puta ¿Después?
Pillas Casablanca o Mejor... imposible en la tele y se
te olvida o cambias tu foto de perfil por solidaridad, un estado en
Facebook, cinco o seis likes, compartes dos o tres fotos.
Autosatisfacción y orgullo. Pero en serio ¿Respuestas? ¿Te
importa? ¿Qué vas a hacer? ¿Qué puedes hacer?
Mi culpa, tu culpa, su culpa, nuestra
culpa, vuestra culpa, su culpa.
¿Qué vas a hacer? ¿De quién es la
culpa? Culpa, nosotros en la tradición judeocristiana, otros en la
islámica y sus cosas, y así con cada sociedad y toda la
globalización que da más likes a los malos pensamientos que a los
buenos. Ellos se lo han buscado. Malditos terroristas. La culpa la
tiene occidente, EEUU, Francia, Los sionistas, Hitler, Gandhi, Dios,
Mahoma, Los extraterrestres, mi perro.
Confusión, la cabeza no deja de doler.
Da igual, en X semanas, meses, años volverá a suceder. ¿Otra
endiablada conspiración? Esa oleada antisemita de hace unos meses...
¿Cuantos? No lo puedo recordar con tanta sobreinformación. Esa
oleada provocada por las burradas que Israel hizo en Palestina ¿Sigue
haciéndolas? No lo sé. ¿Son ellos los que han orquestado esto para
revertir el odio de nuevo hacia los islamistas? ¿Es tendenciosa esta
afirmación? ¿Puedo probar algo? No. Otra disparatada conspiración.
Inutilidad. También cinismo. El mundo
solo funciona a hostias, solo se mueven del sofá los que se han
quedado sin sofá; los salpicados por la sangre, como mucho, se
limpiarán. Yo escribo desde mi silla con ruedas y un sistema
hidráulico que gradúa su altura; brindo al aire con whisky
americano en mi petaca rusa con el escudo de los zares, me hago un
cigarrillo de tabaco que no experimenta con animales, me pongo un par
de veces Man in black de Johnny Cash y en mis pies calzo
zapatos de cuero made in explotaciónlandia. Como dice un colega
“odiando a mi rollo” y como dice la canción “formalidad, poca
pero que dure”.
¿Conclusión? Me da más pena la
muerte de los de la revista que la de los policías porque siempre he
pensado que en este mundo hay demasiada gente a la que le falta
sentido del humor.