martes, 5 de noviembre de 2013

x+1 copas después.

Es hora de hablar. ¿Quieres un par de verdades? La primera es mi enfado y la segunda mi maldad. Poca pero eficiente. El deprimente mundo en el que me encuentro es en parte culpa tuya pero en otra de mis andares dispares por terrenos inhóspitos que me hacen llorar, beber, hablar de más y vomitar. ¿Quieres la verdad? La verdad es que por muy cívico que sea tú fuiste la que me echaste de tu vida y no sé si te lo podré perdonar. La verdad es que sigo queriendo bailar un vals contigo aunque sea el FINAL VALS (en ingles que mola más). No soy tonto y tal vez la amiga que dos días después del día fatal me dijo que era tan sencillo como que me habías dejado de amar tuviera razón pero no voy a pedir perdón por ser tal vez demasiado calzonazos como dirían algunos o lo que muchas decís que queréis aunque no sea verdad. La verdad es que, rabieta aparte, empieza a darme igual e igual que antes de conocerte, solo me quedarán mis teclas y un buen vino aunque esta vez subo con un perro moribundo. La verdad es que últimamente todas mis letanías tienen que ver contigo pero también sé que solo es cuestión de tiempo que solo tenga que tachar el nombre, escribir otro nuevo y volver a empezar. La única verdad sigue siendo la verdad.

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