miércoles, 14 de julio de 2010

Bares, mujeres y otros atenuantes.

Algunos piensan que llevo la libreta al bar para parecer más interesante, lo cierto es que lo hago para no parecer tan borracho. Alguna vez alguna pérfida musa me ha tocado el hombro mientras estaba despistado mirando el fondo de mi vaso y cuando levantaba la vista aprovechaba para llenarme los bolsillos de falsas esperanzas, solo humo rebozado en palabras, papel mojado porque he vuelto a derramar mi cerveza.

Perdí el mp3 en el mismo lugar que perdí mi alma, mi conciencia y mi consciencia. Carne de bar de los pies a la cabeza. Me paro a pensar y todo lo que he perdido en un bar ha sido por... ¿Adivinan? Una mujer. ¿Qué esperaban? ¿Que fuera la borrachera? No, yo se beber y vomitar y tragar y tragar agua al despertar. ¿Chequear presas me convierte en un cazador o solo si consigo que sirva para algo? Chico atormentado busca una mujer tan puta como él. Experto cazador que pasa de caza menor busca buena pieza que colgar en su salón. ¿ O follamos todos o la puta al río? Joder, el que pueda que disfrute y el que no, onanista por vocación. Miento, miento como un cabrón. ¿Experto? ¿Qué cazador ni que niño muerto? Solo un idiota que quiere acurrucarse entre unas tetas que lo sepan cuidar.

Las dudas son útiles pero crean adicción como todo lo demás. Ser obsesivo o paranoico no es lo mismo aunque en ambos casos acabas mal. El final de curso es el lugar donde las psicosis... ¿Psicosis es el plural de psicosis? Da igual, el caso es que estas psicosis bailan un cha cha chá en las cabezas de los estudiantes justo antes de la época estival. Debería considerarse un atenuante en caso de delito. ¿Lo mataste? Sí, pero era época de exámenes. Entonces quedas absuelto. Quería terminar con una frase genial que hiciese ver que entiendo las circunstancias pero no se me ocurre ninguna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario